El bello problema del caballo vagabundo de Euler (y sus más bellas soluciones) no dejan duda de la relación del ajedrez con la geometría, indiscutible ya de entrada en el ámbito cuadrado bicromático del juego, al que Borges (y otros) comparaba con el contraste entre el día y la noche. El azar, por el contrario, pareciera ser totalmente ajeno a la naturaleza misma del ajedrez, aunque Duchamp y Fischer desmienten este mito cada uno a su manera. Y de hecho, el azar tiene sus propias y bifurcadas geometrías. Del azar, ajedrez, juegos y geometría hablaremos bastante en el futuro. Mientras, los invitamos a leer:
The chess pieces are the block alphabet which shapes thoughts; and these thoughts, although making a visual design on the chess-board, express their beauty abstractly, like a poem... I have come to the personal conclusion that while all artists are not chess players, all chess players are artists.
Marcel Duchamp
Por cierto, no dejen de leer la irónica anécdota de la vida de Duchamp que mi queridísimo Carlos comparte con nosotros en los comentarios.